Cuando una silla de ruedas se convierte en el medio de transporte que te permitirá recorrer y acceder a todo lo que te rodea, la elección que hagas de la misma es un tema tan importante que puede marcar la diferencia entre vivir de manera confortable o sumar incomodidades y disgustos a tu cotidiano.
Si tú o alguien conocido debe utilizar una silla de ruedas, ya sea de manera temporal o permanente, te recomendamos leer este artículo donde te daremos algunos consejos para que puedas encontrar una que se adapte a las necesidades de cada usuario.
Elegir una silla de ruedas siempre es algo personal, ya que no existen sillas que se recomienden de manera universal para toda la población, por esto, es importante que antes de adquirir una silla de ruedas, ya sea comprada o arrendada, respondas las siguientes preguntas:
Se debe considerar las características antropométricas de la persona que hará uso del aparato, como la altura, el peso, la longitud de las piernas y la de los brazos, a su vez, se debe tener en cuenta las limitaciones físicas o cognitivas de la persona, para lo cuál estas preguntas te orientarán: ¿puede caminar pequeños trayectos?, ¿dispone de fuerza en los brazos? y/o ¿es capaz de accionar los controles de una silla eléctrica?.
En el mercado, existen sillas de distintos tamaños o con partes que se ajustan a las medidas individuales de cada persona. A modo de ejemplo, si alguien sufre algún tipo de deterioro cognitivo o no cuenta con todos sus reflejos, no sería seguro para éste ni para los demás, que utilice una silla eléctrica, en ese caso, se recomienda el uso de una silla manual o tener soporte eléctrico accionado por un acompañante.
Dependiendo del estilo de vida del usuario y del lugar donde vive, es necesario considerar aspectos tales como el tamaño de la silla, que debe permitir atravesar puertas, circular al interior de un baño o una habitación, subir al ascensor o al auto, entre otros. Si conoces las medidas de tu hogar o del espacio donde te moverás habitualmente, será más fácil encontrar el modelo adecuado.
Si tus actividades cotidianas requerirán que levantes la silla para meterla en el maletero de un auto, o si vas a subir y bajar escaleras solo con la fuerza de tus brazos, debes considerar el peso del aparato como también el uso de uno que sea eléctrico para evitar un sobre esfuerzo.
A grandes rasgos, podemos clasificar las sillas en dos grupos las Eléctricas, se indican para personas independientes pero que por sus limitaciones físicas o edad no son capaces de autopropulsar una silla, y las Manuales que se dividen, a su vez, en activas y en las diseñadas para ser empujadas por otra persona. El primer grupo se recomienda para personas activas que gozan de una buena condición física lo que les permite desplazarse por sí mismos; las segundas, están diseñadas para que un cuidador las empuje por lo difícil que es para el usuario impulsarse por sí mismo.
Antes de adquirir tu silla, pide probarla y presta atención a los siguientes puntos:
Te recomendamos visitar la sección Movilidad de nuestra página web, para que conozcas la amplia oferta en sillas de ruedas y accesorios que tenemos para mejorar tu calidad de vida.